Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2025

Territorio sin ley

Imagen
  Tras leer "La pasión de los extraños', de Marina Garcés, no pude evitar sentir que algo en mí había sido nombrado sin haberlo dicho nunca. Su manera de pensar la amistad, como vínculo sin contrato, como resistencia sin espectáculo, como presencia lúcida en un mundo que nos empuja al aislamiento o a la pertenencia vacía, me atravesó profundamente. Este texto nace desde ese lugar. Desde la gratitud que provoca una lectura que no se limita a explicar el mundo, sino que lo desarma con palabras honestas y valientes. Desde la necesidad de responder, también con palabras, a esa forma de estar con otros que no se impone, pero que transforma. Territorio sin ley La amistad no nos protege. Nos expone. Es el lugar donde no se negocia, donde no se mide, donde no se exige nada y, sin embargo, se está. Radicalmente. Fuera del mercado de los afectos, más allá de los cálculos de pertenencia, la amistad es una grieta en el orden de lo útil, en la política del rendimiento. No se escribe en los...

"Tacto", ¿errónea transformación de significado?

Imagen
Hoy me toca reflexionar sobre la palabra tacto. Ha surgido a lo largo del día, como surgen las palabras que se clavan sin que uno se dé cuenta, en una conversación, en un reproche, en un gesto leve pero no exento de rastro. Y me ha perseguido desde entonces. Porque a veces basta una sola palabra para abrir un mundo entero de significados, contradicciones y formas de estar en el mundo. Tacto. Una palabra aparentemente simple, casi inofensiva, cargada de una larga historia sensorial y social. Empezó siendo piel, roce, percepción inmediata del otro a través del cuerpo. Un saber sin pensamiento, directo, animal. Pero con el tiempo, como ocurre con tantas otras palabras, fue adoptando capas, transformándose, volviéndose moral. Del cuerpo pasó al lenguaje, del contacto físico al contacto simbólico. Se volvió sinónimo de delicadeza, de contención, de saber decir, de no ofender, de no incomodar. Y ahí empezó mi duda. ¿Qué entendemos, realmente, cuando hablamos de tener tacto? ¿Lo hemos reducid...

Efecto Forer

Imagen
  Últimamente leo el horóscopo casi todos los días. Me aparece en el teléfono como si supiera cuándo estoy más pensativo, más dispuesto a encontrar sentido en lo que parece azar. Y lo curioso es que, muchas veces, al leerlo, tengo la sensación de que alguien me está escuchando. No es una exageración. Me ocurre que coincide exactamente con lo que estoy pensando. No lo interpreto, no lo adapto. Simplemente, está escrito tal cual, como si hubiera salido directamente de mi cabeza. Sé que no está dirigido solo a mí. Sé que ese mismo texto lo leen miles de personas. Pero aun así, hay días en los que me resulta imposible no sentir que ese mensaje me nombra sin nombrarme. Como suelo darle vueltas a todo, porque lo necesito, porque me sale así, me puse a investigar. Quería entender por qué ocurre eso. Y me encontré con algo llamado efecto Forer, un fenómeno psicológico bastante curioso, descubierto en 1948 por el psicólogo Bertram R. Forer. El experimento fue sencillo pero revelador. Les pi...

Reciprocidad

Imagen
Un día cualquiera, no por azar por supuesto, sino por un trabajo personal de introspección profundo, uno despierta con la creencia de que la reciprocidad es el centro invisible de todo lo que funciona. No como acto reflejo, ni como respuesta mimética, sino como el arte de equilibrar lo que se da con lo que se recibe, aunque no se parezca, aunque no se mida con las mismas unidades. Ser recíproco no es repetir ni devolver, sino corresponder. Dar tanto como el otro da, aunque los lenguajes del afecto sean distintos, aunque el gesto no tenga la misma forma, pero sí el mismo peso. Aquí está la clave. La reciprocidad nace de la empatía, sí, pero también del respeto profundo por la alteridad, de la capacidad de aceptar las necesidades ajenas aunque no se compartan, de ese saber estar que no exige ni invade. Arendt hablaba de la acción como el lugar donde la pluralidad humana se expresa; ahí, en ese espacio común, solo la reciprocidad nos permite convivir sin disolvernos, reconocernos sin abso...

La Casona de Castilnovo

Imagen
Me marché el viernes de Madrid con una ligera incomodidad, esa que se siente como un cuerpo ajeno clavado en los huesos. No era cansancio ni desánimo, era hartazgo puro, el de estar siempre en guerra con uno mismo. Me fui sin más mapa que el deseo de no seguir fingiendo. No busqué rumbo ni respuestas. Solo quería estar lejos, estar solo. Terminé en Valdesaz, en La Casona de Castilnovo, esa casa rural donde el tiempo parece haber olvidado su tarea, donde los muros guardan secretos sin preguntar.  (Sin relojes de verdad, porque Jonás, el dueño, rompió el único que había intentando ponerlo en hora). Llegué con la excusa de trabajar, aunque sabía que no escribiría ni avanzaría en nada de trabajo, sin embargo si pude escribir. Escribir se vuelve más sencillo cuando uno se reconoce en la página. Cené, dormí temprano, desperté sin objetivos ni prisas. Caminé con paso firme, sin rumbo, con la ligereza de quien ya no carga nada. Crucé campos, llegué al castillo, leí sin afán, escribí sin de...

Sustain

Imagen
  A mi primo A.A. By G.G. A veces uno cree que da, que ofrece, que sostiene,  pero al tender la mano descubre que,  también necesitaba tacto. Hay silencios que no se curan a solas. Hay miradas que nos devuelven fragmentos perdidos de nosotros mismos. La sonrisa que vuelve, torpe, apenas insinuada no es solo alivio, es la forma más pura del sustain. Ese sostener sin peso, sin ruido, sin exigencia de retorno. El miedo, la ansiedad, la inseguridad... Nombres prestados de una mente que olvida lo esencial. Basta un gesto limpio, una presencia real, para que todo lo oscuro comience a retirarse. Sustain, es elegir quedarse, acompañar el temblor sin intentar apagarlo, habitar el dolor ajeno... sin miedo a que contamine. Mirar con calma lo que asusta y encontrar en ese mirar...  un espejo Lo importante no siempre repara pero reconcilia. G.G. apoyándose en A.A.

Valdesaz del Condado

Imagen
No un paseo, no un regreso, no un recuerdo, una forma de presencia cálida instalada en el cuerpo. Sin palabras, sin urgencia. Memoria que se detiene en silencio. El sol acompaña, resplandece gastado. Paredes bajas y árboles sabios. Aire lleno de pausas. Canto lejano. Secretos entre ramas. Sonrisas que no aparecen, brillos en los bordes de la mirada. Abrazos ausentes que sostienen. El viento roza la piel con la delicadeza del pasado. El silencio de las flores guarda misterio. Calladas, intactas. Negadas a ser pronunciadas. La iglesia ofrece sombra sin fe. El castillo rendido a la ternura de los siglos. En los riachuelos, el agua tintinea en cascadas pequeñas, sonido leve entre lo visible y lo sentido. Flores, espigas, sendas abiertas. Todo guarda algo sin pedir presencia, promesas sin futuro. Camino sin buscar, me dejo habitar por lo que permanece, Sin dolor. Sin alegría. Paz que nace cuando sabes que lo perdido no está ausente. Lugares que quedan dentro, no por lo que fueron,  sino...

cuidar de mi (locura)

Imagen
no sé si estoy cambiando, o si solo me estoy perdiendo distinto todo lo que intento entender, se escapa antes de que lo mire bien hay momentos en los que parezco estar, pero no estoy  no hay dolor, pero tampoco hay centro me muevo por inercia, aunque no crea en el destino, aunque no crea en casi nada  he dejado de explicarme, porque nada suena cierto cuando lo digo me habito a medias, como si temiera ocuparme del todo no espero respuestas, pero igual pregunto algo tiene que romperse, o quizá ya se rompió y esto es solo lo que queda,  y aún así hay una especie de calma en no tener que ser nada para nadie en este lugar sin testigos, sin exigencias, sin más responsabilidad que cuidar de mi propia locura  y aunque no lo diga en voz alta, sé que estoy mejor no quiero cuidar a nadie ni que me cuiden, solo compartir y que me compartan cierro puertas pero abro ventanas los corazones vuelven, ellos no exigen, vienen sin disfraz, es lo más parecido a la verdad ese, ese es mi t...

Estás aqui. Y eso basta Manolete.

Imagen
  No hace falta que corras. No tienes que buscar respuestas fuera. No tienes que demostrar nada. Solo quedarte. Respirar. Escuchar. Estás donde estás porque este es el lugar al que tenías que llegar para empezar a comprender. Para saber, por fin, que no se trata de llenar vacíos, ni de perseguir sombras, ni de insistir en caminos que no llevan a ningún sitio. Se trata de estar. De habitarte. De dejar de huir. No tienes que salvarte en alguien. No tienes que justificar la tristeza. Solo tienes que reconocerte. Sentir el peso exacto de lo que eres. Y sostenerlo. La calma no es algo que te van a dar. Es un lugar al que regresas cuando dejas de mentirte. Cuando te miras con verdad. Cuando aceptas que a veces lo único necesario es no moverse, no correr, no pedir. Solo estar. Estás No corras. No preguntes. No intentes entenderlo todo de golpe. Hay un lugar en ti que no exige, que no reclama certezas, que solo te pide presencia. Quédate. Aunque duela. Aunque el silencio arda. Aunque el cu...

El amor. De lo vivido a lo escrito.

Imagen
  A veces me pregunto por qué llamamos "amor" a cosas tan distintas. Se disfraza, cambia de idioma, de forma, de cuerpo, y sin embargo, cuando lo siento, lo reconozco. No tiene que ver con mariposas en el estómago ni con promesas eternas dichas al oído. Tiene que ver con la paz silenciosa de estar cerca de alguien sin tener que explicar nada. Con la seguridad tranquila de que el amor verdadero no hace ruido, pero tampoco se esconde. Amar no es tener. Es mirar al otro como se mira el vuelo de un pájaro, con respeto, con admiración, sabiendo que no pertenece a nadie. Y si vuelve, es porque quiere, no porque debe. Y eso, precisamente eso, es lo que lo hace real. He comprendido que el amor no siempre es entendible. A veces se vive en lo incompleto, en lo que no se dice, en lo que no se puede controlar. A veces se ama sin saber cómo, simplemente estando. Estando incluso en la confusión, en la duda, en la distancia. Y así lo elijo. No por ser perfecto, sino por ser humano. ...

Evelyn. Si, Evelyn. @evelyncorv

Imagen
De repente, todo lo aprendido se repliega como una hoja al final del día, y queda solo el cuerpo, y queda solo el temblor. Han sido dos largos años en los que he buscado respuestas con una constancia que duele. Me matriculé en un máster en filosofía contemporánea como quien necesita entender el mundo para poder entenderse a sí mismo. No era la erudición lo que perseguía, sino una forma de contención; una estructura donde la razón pudiera abrazar el caos. Pensé que, tal vez, en alguna teoría ajena encontraría la costura exacta donde unir lo que soy con lo que siento. Compré El Monte de Lydia Cabrera hace más de un año. Empecé a leerlo sin entender casi nada, como si me enfrentara a un lenguaje antiguo escrito en el fondo de mi sangre, pero en clave desconocida. Fue una amiga la que me enseñó a consultarlo como diccionario en mano, a usarlo como quien consulta un oráculo. Y entonces entendí que no estaba leyendo un libro, sino escuchando una melodía ancestral que, desde lo hondo, inte...

Sin reflejo

Imagen
No te quiero porque me devuelvas lo que soy, ni porque al mirarte vea una versión mejor de mí. Querer no es buscar un espejo limpio, ni esperar que el otro confirme que existo. Te quiero porque no eres reflejo, sino materia. Y eso me obliga a pensarme desde fuera, a reconstruirme sin necesitar copiarme en tus ojos. Estás ahí, no para completarme, sino para interrumpir la idea que tengo de mí mismo. Y aun así, te elijo. Eso es priorizar, no porque me entiendas, sino porque al no entenderme del todo, me das espacio para seguir buscando. G.G.

Que hablen TODAS. Jaleo, y las "otras" tres.

Imagen
JALEO 1. Alboroto molesto. 2. Desorden o confusión. 3. Problema o lío.  Y por fin... 4.  Jaleo flamenco. Arte. Entusiasmo. Aplausos. Gritos de ánimo. Palmas. Celebración. Acompañamiento. Cuatro acepciones. Tres negativas. Una positiva. Así lo hemos repartido, organizando el lenguaje por decencia. Como si el lenguaje no fuera un campo de batalla y al mismo tiempo un refugio. Como si existiera algo así como “la forma correcta” de decir. Aquí estamos,  poniendo límites a la libertad. Pero todo puede cambiar si lo miramos distinto. Lo que uno llama problema, otro lo nombra arte. Lo que para ti es follón, para mí es liberación.  El lenguaje no es lo que se dice, sino cómo lo recibe quien lo escucha, quién lo dice, cuándo lo vive. Nada es definitivo. Las palabras se deforman, se escapan, se manchan de piel, de historia, de rabia, de deseo. Jaleo no es excepción, sino mas bien el ejemplo.  Y sí, puede ser alboroto. Y sí, puede ser desorden. Pero también es duende, sang...

Brillar(se)

Imagen
Vamos a romper el lenguaje. A decir, vida, ¡VIDA!, vida como grito, como tambor que estalla en el pecho. Sol en los ojos, sin gafas, sin filtro, sin excusas. Vamos a comernos las flores. Deshojarlas al revés, me quiero, me quiero, me quiero, porque aquí ya nadie duda. Y si duda, que lo diga bailando. No más versos tristes que lloran por ausencias. Hoy el amor es un pacto tribal, de piel a piel, sin promesas pero con ganas. Un yo sin condicionales, sin subjuntivos, sin distancia prudente. Vamos a celebrar el milagro de ser, así, íntegro, vivo, radiante. Rompamos los relojes, que el tiempo no mide esto. Rompamos las reglas, el amor no es una ecuación, es un incendio con flor en la punta. Hoy el poema no termina, se queda vibrando, latiendo, queriendo. Porque el amor, este amor, es correspondido. Y eso lo cambia TODO. G.G.

Müller. El café de los ciegos.

Imagen
Hay cuerpos que caminan con los ojos cerrados, y no esperan luz, sino manos. Tropiezan con sillas que no supieron moverse a tiempo, con gestos repetidos como promesas rotas que nadie quiso dejar de hacer, con el aire cargado de silencios antiguos como si todo fuera una sala llena de recuerdos que no saben salir por la puerta. Hay una mujer que se lanza, y un hombre que intenta alcanzarla aunque siempre lo haga un segundo tarde. Hay amor en esa torpeza. Hay compasión en el intento que no basta. El suelo es memoria. El cuerpo es lenguaje. Y cada paso que duda, dice más que mil palabras gritadas. Se abren y se cierran las puertas, como si el mundo no supiera decidir si dejarnos pasar o dejarnos ir. Y en medio de todo, la repetición, el abrazo que nunca llega, el gesto que se agota, la coreografía del dolor que baila sola, aunque no quiera. G.G.

Del lado de uno mismo

Imagen
  Has descubierto una tristeza que no nace del abandono ni de la pérdida, sino de la decisión. Una tristeza que se instala cuando eliges, a conciencia, un camino que no deseas recorrer. No lo haces por miedo ni por cobardía, sino por fidelidad a ti mismo, por dignidad, por amor propio. Y aunque duele, hay en ese dolor una forma serena de liberación. Durante años fue el corazón quien habló más alto en ti. En cada dilema, en cada encrucijada, seguiste su impulso con fe ciega. Viviste con intensidad, con entrega, con verdad. Nunca te negaste a sentir. No te avergonzaste de amar, de confiar, de construir desde la emoción. Pero ahora, algo ha cambiado. Por primera vez en mucho tiempo, es la razón la que ha inclinado la balanza. No lo ha hecho con frialdad, sino con firmeza. No ha venido a apagar, ha venido a sostener lo que el corazón ya no podía cargar solo. Llevas en el brazo un tatuaje, una mano huesuda que juega con el equilibrio entre la emoción y el juicio. Siempre te representó, ...

Témelo, témelo, sedúcelo.

Imagen
"να τον φοβάσαι, να τον φοβάσαι, να τον σαγηνεύεις" (Témelo, témelo, sedúcelo)  Esta frase en griego, absurda, traducida con Google, pretende capturar el sentimiento de lo incierto, la duda, la necesidad de acercarse a lo desconocido, aunque no se sepa hacia dónde llevarán los pasos.  Ayer a un amigo le hice llegar un poema sin tildes, con la intención de demostrar que si seguimos deconstruyendo todo, si llegamos a deconstruir el lenguaje, nos quedaremos sin nada para comunicarnos, perdiendo todo lo que tenemos. Pero ahora, quiero plantearme, si podemos entendernos con menos. Pretendo que penseis en la ambigüedad que existe entre el miedo y la fascinación. "Témelo, témelo, sedúcelo", es una invitación para que os acerqueis a lo que os asusta, a lo que no entendeis y, de alguna manera, os dejéis seducir. Vamos a jugar entre lo que nos atrae y lo que nos intimida. Sin forma , es la primera pieza que muestro al público de una colección que ya ha comenzado, un ava...

Danza Butoh. Reflexión.

Vas a hacer un taller de danza Butoh. No sé si sabes mucho sobre esto, pero te confieso que yo tampoco. Tú no eres de esos que se mueven con gracia ni tienes habilidad natural para la expresión corporal. Al contrario, eres bastante torpe. Sin embargo, sé que te has estado informando, y cuanto más lees sobre la danza Butoh, más te interesa. Aunque no eres un experto, parece que se trata de algo mucho más que simplemente mover el cuerpo. La danza Butoh es una práctica transformadora, una forma de explorar lo que está en las sombras, lo que normalmente no se ve. Y creo que esto tiene mucho que ver con lo que la filosofía contemporánea nos plantea, cuestionar lo que nos han enseñado, lo que la sociedad espera de nosotros, y empezar a vernos y ver el mundo de otra forma. Tal vez encuentres que, al igual que algunos filósofos como Sartre, tu cuerpo no es solo un recipiente, sino un medio para conocer el mundo y a ti mismo. Es un espacio donde cuestionar tu propia existencia, liberarte del eg...