Corazon cyborg
Hoy me siento triste, y lo reconozco. He decidido finalizar un vínculo que me afecta al corazón, y la incomprensión ajena me pesa casi tanto como la pérdida misma. Siempre que enfrento decisiones así noto cómo se me aflojan las fuerzas. Durante años creí ser un hombre fuerte; quizá lo sea de cara al mundo, pero en mi interior reside un corazón frágil, que se desgasta más rápido que mi cuerpo, que se cansa antes de que yo pueda seguir aparentando firmeza. Ultimamente tengo la sensación que las relaciones humanas me sobrepasan. No importa si son familiares, amistades o laborales. Todas tienen un nivel de complejidad que cada día me cuesta más manejar. En la familia, el cariño se mezcla con expectativas que uno arrastra sin saber por qué. En las amistades, incluso cuando el afecto existe, está la dificultad de hablar sin herirse, la tensión de querer estar cerca y al mismo tiempo no invadir, mantener el vínculo exige una energía que a veces no tengo, e incluso siento culpa por no estar p...