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Mostrando entradas de mayo 26, 2025

Efecto Forer

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  Últimamente leo el horóscopo casi todos los días. Me aparece en el teléfono como si supiera cuándo estoy más pensativo, más dispuesto a encontrar sentido en lo que parece azar. Y lo curioso es que, muchas veces, al leerlo, tengo la sensación de que alguien me está escuchando. No es una exageración. Me ocurre que coincide exactamente con lo que estoy pensando. No lo interpreto, no lo adapto. Simplemente, está escrito tal cual, como si hubiera salido directamente de mi cabeza. Sé que no está dirigido solo a mí. Sé que ese mismo texto lo leen miles de personas. Pero aun así, hay días en los que me resulta imposible no sentir que ese mensaje me nombra sin nombrarme. Como suelo darle vueltas a todo, porque lo necesito, porque me sale así, me puse a investigar. Quería entender por qué ocurre eso. Y me encontré con algo llamado efecto Forer, un fenómeno psicológico bastante curioso, descubierto en 1948 por el psicólogo Bertram R. Forer. El experimento fue sencillo pero revelador. Les pi...

Reciprocidad

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Un día cualquiera, no por azar por supuesto, sino por un trabajo personal de introspección profundo, uno despierta con la creencia de que la reciprocidad es el centro invisible de todo lo que funciona. No como acto reflejo, ni como respuesta mimética, sino como el arte de equilibrar lo que se da con lo que se recibe, aunque no se parezca, aunque no se mida con las mismas unidades. Ser recíproco no es repetir ni devolver, sino corresponder. Dar tanto como el otro da, aunque los lenguajes del afecto sean distintos, aunque el gesto no tenga la misma forma, pero sí el mismo peso. Aquí está la clave. La reciprocidad nace de la empatía, sí, pero también del respeto profundo por la alteridad, de la capacidad de aceptar las necesidades ajenas aunque no se compartan, de ese saber estar que no exige ni invade. Arendt hablaba de la acción como el lugar donde la pluralidad humana se expresa; ahí, en ese espacio común, solo la reciprocidad nos permite convivir sin disolvernos, reconocernos sin abso...