Entre etiquetas y nombres
(Sep -2025) Me irrita, me molesta, me decepciona la gente que cree por creer y etiqueta para poder valorar. Basta que el precio baje en las rebajas para que todo sea aceptable. Corren, compran, justifican, aplauden la oferta. Todo tiene un valor económico. Eso hacemos los humanos entre nosotros, nos etiquetamos, nos medimos, y nunca nos atrevemos a mirar más allá. Nos quedamos con el precio que pagaríamos y olvidamos el esfuerzo que hay detrás. No tocamos el tejido, no nos probamos la prenda, no sentimos cómo cae sobre la piel. La etiqueta dice “lana” o “lana virgen”, y eso nos basta para decidir, aceptar o descartar. No nos interesa la suavidad, la textura, la historia del hilo, la dedicación que lo tejió. Solo nos interesa el número en la etiqueta, el valor que hemos aprendido a reconocer. Y si la prenda lleva un nombre, un sello de marca, de repente todo cambia, el tacto importa menos, la historia desaparece. Nos lanzamos a elegir, convencidos de que allí reside la verdad. Quizá sea...