Mercurio
LECTURAS No puedo decir que Mercurio retrógrado no me haya zarandeado con la sutileza de un vendaval, porque lo ha hecho, pero aun así, hoy, mientras en casa empezaba a sentir la temperatura habitual, yo seguia cauteloso, como cuando regresas a un territorio propio después de una larga ausencia. Pude sentir algo de tranquilidad, una respiración más silenciosa de lo que ultimamente estoy acostumbrado a sentir. He notado la simple y rotunda felicidad de los seres humanos que tengo cerca, como si su alegría, sin ellos percibirlo, hubiera abierto una ventanilla en mi pecho por donde empezaba a entrar una luz que había dado por perdida. Hace meses tomé la decisión, más intuida que razonada, de emprender un viaje que me devolviera a ese yo primitivo, sin capas ni disfraces, al que pertenece por derecho propio el fuego errante de Sagitario, esas alas que en algún momento extravié por descuido o por cansancio, quién sabe; un viaje que imaginé liberador y que, sin embargo, se ha mostrado realm...