¿Estamos locos o qué?
¿Estamos locos o qué? La pregunta misma ya es sospechosa, porque implica que existe un estándar de cordura al cual podemos ser comparados, y que alguien, la sociedad, la razón, la historia, tiene autoridad para medirnos. Reviso textos de filosofía, empiezo por Foucault. La locura no es un accidente del pensamiento, sino una construcción del poder. Lo que hoy llamamos “loco” fue en otro tiempo un marginal, un visionario o un hereje, y los manicomios no solo encerraron cuerpos, sino que encerraron la forma de ver lo que es aceptable, creando un simulacro de normalidad donde la disidencia mental parece irracional. En Verdad y poder , Foucault dice: "La verdad es de este mundo; es producida en este mundo gracias a múltiples imposiciones, y produce efectos regalados de poder: Cada sociedad posee su régimen de verdad, - su política general de verdad - ...", es decir, cada sociedad nos vende su discurso. ¿Absurdo? Así lo señaló Camus. Quizá no estamos locos, sino conscientes del...