Entradas

DRAMA (en mayúsculas, como debe ser)

Imagen
  He llorado porque se acabó el café. Y porque el cielo está nublado, como mi vida. He gritado en silencio (porque hay vecinos). He declarado una guerra contra el espejo. Perdí. Me senté en el sofá como si fuera el trono de mis desgracias. El mando no tenía pilas. El destino también falla. Le dije a la planta que ya no podía más. Me ignoró. Otra traición. Hoy me puse negro. No de luto. De estilo. Para estar triste, pero con presencia. Dramáticamente, abrí la ventana. Me dio frío. La cerré. No todo es metáfora. He escrito cuatro mensajes que no envié. Uno decía “ok.” Otro, “me has destrozado.” El tercero, “xd.” El cuarto era un audio. Lo borré por dignidad (mentira, por cobardía). He decidido no volver a amar. Hasta el martes. El corazón tiene mala memoria. Mi tragedia es estética. Mi caos, programado. Mi lágrima, influencer. Y así, entre suspiros y snacks, construyo mi leyenda. No me mires así. Estoy sufriendo, con estilo. G.G

Dónde ya no existimos

Imagen
Fotograma Filme "Escuela de Conducta". Edgar Ariel El suelo del pasillo está cubierto de palabras que nunca se dijeron, como dientes de leche escondidos bajo una alfombra rota. Alguien los pisa cada noche, pero no grita. Ya no recuerda cómo se hace. Una sombra en la ventana permanece quieta desde hace días. No mira hacia dentro, espera que el vidrio estalle desde fuera. La espera es una forma de castigo que no tiene verdugo. Un animal muerto en mitad del pecho. No huele aún, pero se pudre despacio, como las cosas que se quisieron y no se tocaron. La infancia cuelga de un perchero oxidado, lleva el abrigo aún manchado por una lluvia que nadie vio caer. Nadie lo usa, pero tampoco lo tira. Hay heridas que se guardan por si acaso un día alguien pregunta. La lámpara sigue encendida en una habitación sin puertas. Ilumina solo la ausencia, como una linterna apuntando al agua. Se ve el reflejo, pero no el fondo. Una mujer pasa los dedos por una fotografía que ya no tiene rostro. Se l...

Habitante Invisible de Jorge Enrique González Pacheco (Cuba, 1969) (Traducido al inglés por Jorge al final del texto)

Imagen
  Conocer a Jorge Enrique González Pacheco fue una experiencia reveladora, una que ya me transmitió la misma energía que ahora encuentro en su poesía. Desde el primer momento en que le conocí, su presencia emanaba una intensidad serena, una energía que se siente profundamente. Esa serenidad y su aparente sencillez esconden una complejidad absoluta, algo que solo se puede comprender cuando se profundiza en sus palabras. Al leer Habitante Invisible , un libro que, a pesar de su aparente calma, se revela como una montaña de emociones, de pensamientos y de reflexiones profundas. Habitante Invisible , publicado en 2020 por Deslinde Ediciones, no es solo un libro de poesía. Es un viaje hacia lo invisible, hacia lo que se esconde detrás de cada palabra, de cada silencio. Porque las palabras, no son sólo palabras, ya lo decía Nietzsche, las palabras están cargadas de poder, valores y perspectivas que reflejan las estructuras sociales, culturales e incluso los conflictos internos del indi...

Discreción

Imagen
Hay virtudes que hacen ruido y se celebran con estruendo, y hay otras que pasan desapercibidas, que no se anuncian ni se imponen, que se deslizan como una brisa suave entre las palabras ajenas. La discreción pertenece a este último grupo: no reclama luz, pero la contiene. Ser discreto no es simplemente callar. Tampoco es esconder. Es, ante todo, saber mirar sin invadir, acompañar sin imponerse, y comprender que hay momentos en que la presencia debe ser ligera, casi invisible. Es el arte de no saturar el espacio con uno mismo. La discreción es una forma de amor sin alarde, de respeto sin condiciones, de sabiduría que no se vanagloria. A lo largo de la historia, la hemos confundido con la timidez o con la sumisión. Nada más lejos. Quien es discreto no es débil, sino consciente del poder de lo no dicho, del valor de lo íntimo, del equilibrio que se rompe cuando se fuerza lo que aún no está preparado para ser mostrado. La discreción es, en cierto modo, una forma de ética: saber qué no deci...

Perspectivas

Imagen
Soy una persona curiosa, sencilla. Creo que la belleza habita siempre en las cosas más simples, en el cuidado que nos damos los unos a los otros. Para mí, la vida no necesita estar dirigida por un propósito fijo o un destino predeterminado. Lo importante es disfrutar del camino, aceptar las preguntas que surgen sin la necesidad de tener todas las respuestas. A veces, caminamos sin rumbo claro, pero eso no hace que el camino sea menos valioso. Cada paso, tiene algo que ofrecernos, y todo lo que vivimos, por pequeño que parezca, merece ser vivido. Creo que debemos aprender a mirar la vida desde una nueva perspectiva, una que nos permita disfrutar del proceso, sea cual sea el rumbo que tomemos. El sol se esconde tras las montañas, y la luna, tímida, empieza a brillar. Los gatos se estiran y estornudan, y las estrellas empiezan a cantar. Las hormigas marchan en fila, y el viento les cuenta historias de un árbol que soñó con ser flor, y una flor que soñó con ser árbol. Yo, con mis zapatos r...

Tiempo (y nació después de casi un año de embarazo. Se resistió)

Imagen
  Esta poesía la empecé hace unos meses, casi un año, cuando aún necesitaba colocar algunas cosas dentro de mí, y no he terminado de ordenarlas. No quiero ser prepotente, simplemente he barrido bien los suelos, pulido cristales y encerado muebles. Me queda únicamente decidir dónde colocarlos para que bailen conmigo cada vez que llegue. No quiero pensar ahora en frases largas y complejas que expliquen qué veo, qué siento, qué huelo… de qué huyo, qué busco, quién soy… No tengo más tiempo que el justo para vivir. Hace tan sólo unos minutos, hablando con alguien a quien conocí hace tiempo y con quien, de pronto, nos hemos reencontrado, entendí que todo este proceso de ordenar no es solo interno, sino también un reflejo de cómo me encuentro con los demás. Por fin, siendo más yo. Tiempo Te dijeron que ganarías tiempo. Que si te apurabas hoy, tendrías más mañana. Te lo creíste. Y corriste. El tiempo no se gana. Se gasta. Se usa o se pierde. No hay manera de doblarlo, de estirarlo, de rec...

Claveles

Imagen
  Claveles Durante dos años, brotaron con la furia de lo indómito, como si la terraza fuera selva, como si el Amazonas se hubiera instalado en un rincón de barro y maceta. No eran flores, eran impulso, la voluntad encarnada en tallos rojos preludio de sangre. Pactaron con el invierno, domaron el sol que partía los suelos, se alzaron como si supieran que la vida no se mide en estaciones, sino en la necesidad de ser. Y entonces marzo. El viento del norte, como una sentencia sin juez, las barrió por completo. No murieron. Cayeron. Sí cayeron. Ahora, como promesa incierta en primavera, he plantado dos esquejes, herederos mínimos de su bravura. No sé si crecerán, no sé si recordarán quiénes fueron. Lo que realmente importa, no es si crecen o caen, sino si, al final, llevan consigo la fuerza de lo vivido.   G.G.