Los guardianes de la perfección ajena (2002)
Ah, los demás, esos seres fascinantes que parecen tener
una habilidad sobrehumana para ver lo que todos hacemos mal. ¡Qué suerte
la nuestra de vivir en un mundo donde hay tantos expertos sin título! Cada paso
que damos es observado con lupa, cada palabra es analizada, cada respiro se
vuelve tema de conversación. Si no estuviéramos rodeados de tantos genios de la
crítica, ¿Cómo podríamos saber realmente lo que debemos hacer? Si no fuera por
ellos, tal vez estaríamos felices con nuestras vidas, pero ¿Cómo podríamos
permitirnos eso?
Es impresionante cómo la gente tiene tanto tiempo libre
para preocuparse por los demás. Deben tener una agenda muy apretada para
estudiar tan minuciosamente la vida ajena, ¿verdad? Mientras tú luchas con tus
pequeños problemas, ellos tienen la grandiosa misión de hacerte ver que todo lo
que haces está mal. Desde cómo te vistes hasta la manera en que tomas un café.
Nada escapa a su ojo crítico. Si tú eres feliz, entonces, ¡algo debe estar mal!
¿Cómo es posible que estés tan tranquilo cuando ellos ya se dieron cuenta de
que tu felicidad está basada en una gran equivocación?
Lo mejor de todo es que tienen un don especial para
detectar lo que “no está bien”, pero son tan humildes que nunca necesitan dar
soluciones. ¿Para qué dar respuestas cuando criticar es tan divertido?
¿Resolver el problema sería demasiado trabajo? No, mejor mantener las
apariencias de sabios, repartir juicios y dejar que el mundo se ahogue en la
perfección que ellos, claro, sí han alcanzado.
Así que, en fin, gracias a todos esos maravillosos
críticos por iluminar nuestro camino con sus observaciones tan sabias y
profundas. Sin ellos, tal vez estaríamos viviendo en un mundo lleno de gente
feliz, ignorante y, peor aún, contenta con lo que hace. ¡Qué horrible
perspectiva!
G.G. (2002)

Jajajaja
ResponderEliminarjajajajaja. Que gracia ha hecho encontrar esto
Eliminar