Ay! La imaginación!




La imaginación, cuando se impacienta, se concede permisos que no le pertenecen.

Cree ver con claridad aquello que apenas roza, como si toda superficie brillara por ser oro y no por el reflejo circunstancial de una luz que no le pertenece.

Pero no es oro todo lo que reluce, y no toda expresión es un espejo fiel.
A veces es máscara, a veces defensa, a veces simplemente cicatriz.

El que observa sin despojarse de sí mismo
no ve, interpreta.

Y toda interpretación, sin el tamiz del contexto y la humildad, se convierte en forma sutil de violencia.

Quien no habita el lugar del otro con respeto por su sombra y su silencio, solo confirma sus propias ficciones.

El resto, esa conclusión ansiosa, esa falsa verdad, no es comprensión, es soberbia envuelta en intuición mal educada.

A veces, he de reconocer, que a mi mismo me pasa.

G.G.

Comentarios

  1. En muchas ocasiones, estamos cegados por nuestra percepción enquistada de lo que sucede ante nosotros.

    ResponderEliminar
  2. Autocrítica es la verdadera resistencia

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

No te cortes. Opina.

Entradas populares de este blog

Gracias, gracias, muchísimas gracias

Por la belleza. Gracias.

El verdadero camino está en nuestro interior