Mérida
Templo de Diana. Mérida. (Mucho mejor en horizontal) Algo que no tiene nombre, pero está (gracias Luz, gracias Julio, gracias Juan). A veces me pasa que necesito escribir. No para contar lo que ha pasado, sino para fijar lo que siento mientras está pasando. Antes de que se diluya. Antes de que la memoria lo vuelva relato y no emoción. Me ocurre cuando algo me atraviesa con esa mezcla tan difícil de explicar entre calma, gratitud y el sentirme vivo. Y sé que, si no lo escribo ahora, tal vez no lo escriba nunca. Porque más tarde recordaré lo sucedido, pero ya no será lo mismo. No sentiré esta claridad, este impulso que ahora me lleva, casi sin darme cuenta, a intentar poner en palabras lo que me pasa como persona, como alguien en transformación, en cambio constante, que se busca y se encuentra de nuevas formas. Porque dentro de mí se está moviendo algo esencial. Mi forma de escuchar, que ya no quiere anticipar respuestas ni interpretar silencios como amenazas. Mi forma d...