Fiesta mínima
La tierra está seca,
pero las ventanas dejan pasar el aire,
y a veces, hasta un gato curioso.
El sol no promete.
Calienta,
y no se enfada si te echas la siesta.
No hay canto en el aire,
solo el ruido de la vida
que a veces tropieza,
se levanta,
no le gusta el suelo.
La alegría es una ventana abierta.
Respiro.
Carcajada inesperada.
Se respira,
se está,
viva la fiesta.
G.G.

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