Parpadeo en la red
En un mundo programado para la eficiencia,
donde cada paso está calculado
y cada emoción silenciada,
algo persiste.
Algo que no encaja en los esquemas,
que se resiste a apagarse.
Este poema es ese fallo, un parpadeo en la red.
Decir que hoy es un día extraño, estoy agotado físicamente, agotado mentalmente, agotado sentimentalmente, estoy nostálgico, preocupado, y mirar al frente y ver lo que hay alrededor se me hace cuesta arriba.
Tengo nostalgia de tiempos mejores, con mayor sensibilidad, con más cuidado, con más amor, con más caricias, y siento que se está borrando, todo se borra. Y si todo se borra, ¿qué me queda? ¿Dónde se esconde el tacto?¿Quién escucha a los que ya no gritan? Tal vez este poema no sea más que el suave ruido de algo que se resiste. Pequeño. Un resto humano. Apenas un do menor entre el bullicio de las máquinas.
Parpadeo en la red
Si sólo tengo amor, desnudo y sin escudo,
¿de qué me sirve el alma, si el mundo sigue mudo?
¿De qué me sirve el canto, si nadie oye el son?
¿De qué me sirve el fuego, si arde sin razón?
Caution. Glitch.
No es poesía,
es un fallo del sistema,
un código que insiste en no apagarse.
Una anomalía que persiste
aunque la quieran borrar,
aunque no encaje en el diseño,
aunque moleste.
La ciudad no escucha.
Funciona.
Emite datos,
procesa nombres,
borra rostros.
La gente camina recto,
sin desvíos,
sin margen de error.
Todo debe fluir.
Todo debe servir.
Todo lo que no produce,
se descarta.
En medio del tránsito,
un parpadeo.
Algo se sale del patrón
y nadie lo mira.
En las pantallas,
nada duele.
Sólo cifras,
instrucciones,
rostros editados para no recordar a nadie.
Los cuerpos se adaptan,
los gestos se automatizan.
Nadie pregunta si algo falta.
Nadie quiere ver un fallo
cuando todo parece avanzar.
Pero a veces,
sin querer,
un error se filtra.
Una mirada demasiado lenta.
Un niño que no responde.
Un temblor en el borde del código.
G.G.

J G. Fantástico como siempre G G.
ResponderEliminarGracias Jorge, viniendo de ti, un placer.
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