Sin reflejo




No te quiero porque me devuelvas lo que soy,
ni porque al mirarte vea una versión mejor de mí.
Querer no es buscar un espejo limpio,
ni esperar que el otro confirme que existo.

Te quiero porque no eres reflejo,
sino materia.
Y eso me obliga a pensarme desde fuera,
a reconstruirme sin necesitar copiarme en tus ojos.

Estás ahí,
no para completarme,
sino para interrumpir la idea que tengo de mí mismo.
Y aun así, te elijo.

Eso es priorizar,
no porque me entiendas,
sino porque al no entenderme del todo,
me das espacio para seguir buscando.

G.G.

Comentarios

Publicar un comentario

No te cortes. Opina.

Entradas populares de este blog

Gracias, gracias, muchísimas gracias

Por la belleza. Gracias.

El verdadero camino está en nuestro interior